viernes, 28 de octubre de 2011

PARA NADIE (16)




El sueño se volvió una pesadilla y me mostro el lugar que siempre he anhelado pero al que nunca quiero ir. Todo lo que viví me rompió de muchas formas. Y la lluvia que esta cayendo en este maldito y oscuro mes de Octubre no para de crecer. Las gotas que caen al suelo se distorsionan en mil pedazos. Y siempre mueren al caer…

El suelo detiene mis pasos y mi vista. Porque siempre voy levantándome y cayendo, hasta arrastrarme. Y en el absurdo serpentear de mi avance, descubro que todas estas gotas de lluvia que caen sobre mi, cuando tocan el suelo estallan muriendo para siempre. Las gotas de lluvia siempre mueren. Siempre.

Me llevo yo mismo al extremo de mi depresión para poder llorar y vivo en mis fantasías, que están en algún lugar muy lejos de mí. Y lloro con ansias, y siento rabia, y pena, y dolor, y sufro sin saber bien por que y mis lágrimas caen al suelo y se mueren. Como las gotas de lluvia, mis lágrimas siempre que caen, se mueren.

El mundo no se detiene y toda la vida siempre avanza hasta algún punto en donde nos dice: Chau, y se va. Vivimos esperando tener todo lo que amamos en nuestras manos, para tener que dejarlo ir en cuanto lo logramos, porque así es la vida. Y la mía es como las gotas de lluvia que caen al suelo y siempre se mueren. Siempre. Las gotas de lluvia siempre se mueren.

Y así también es el amor. Así es todo en el concierto impreciso del destino. Nos vemos caer y vemos caer a otros. Ahora puedes verme caer. Mañana tú te estallaras contra el suelo. No puedo sentir como caen los demás. No espero que tú puedas llegar a sentir mi caída. Y mientras tanto el cielo sigue derramando gotas de lluvia, que son como el amor. Las gotas de lluvia kamikazes que siempre mueren. Siempre muertas después de caer. Pero siempre nacen nuevas gotas de lluvia en la tempestad. Siempre nacen nuevas gotas. Siempre.

Y mis lagrimas….También.




REBOBINE SU CABEZA AHORA...