viernes, 12 de marzo de 2010

EL JARDIN (26)




LA HERRAMIENTA

Deje de lado al cansancio, y empecé con energía a usar mi herramienta. Tú no existes, y yo te estoy construyendo. Asustado del resultado, pero encantado con la funcionalidad. Porrazos postergados de furia, con la que estoy manipulando los destellos de mi herramienta. Conocedora invaluable del insaciable amor, esa es mi salvaje herramienta. Rompiendo las paredes hasta dejar a punto el nuevo invento. Tu. Slide vibratorio, para el suspenso de la primavera que celebra a carcajadas la labor de mi herramienta. Evaporado al contacto volátil de la luz fluorescente que emanas al nacer por fin, por primera y única vez, doblegada por el placer que escupe niños. Mi herramienta. Forma dulce, que simplemente pasa y te traspasa, siempre a tiempo. Puente que va de redención en redención, escondido tras la luz de su propio brillo. Vagón con alas que se embala lubricado en el túnel ferroviario de tu entraña, que recibe placenteramente el calculo exacto de lo que llega hasta el limite del punto ese, llamado el G, Donde tropieza sin culpa, pero con intención portuaria, mi amada y solicita herramienta. La que tú ya conoces. La de siempre. La del pulsar sonoro. La herramienta.