viernes, 24 de diciembre de 2010

MI OTRO YO VIENE DE OTRO (5 Y ULTIMA DE ESTE AÑO!!!)

Bueno, hasta aqui con este libro. Con las publicaciones y con este año!!!!!!!!!!!!!!


Si quieren leer el resto del libro lo pueden encontrar aqui:

http://www.slideshare.net/STAROSTA1000/mi-otro-yo-viene-de-otro

O como siempre, dando click enl a caratula que esta a la derecha de este libro.

Muchisimas gracias de verdad por haber estado por aca y por compartir conmigo un poco de lo que hago. Nos veremos el otro año, de ser posible. Perdon si no paso por sus blogs a despedirme, pero en diciembre el tiempo simplemente no existe y no alcanza nunca. Gracias a todos. Un abrazo a Susana Maria, A beatriz, a Vincent, Angeles, Andrea Traverso, A mi querida Vane Prada, A Camila, Malena, Malena ezcurra, Mariluzgh, La salo, A Cas, A mi dama Cynthia, al señor govilasa, A anaylet, a Sebastian, Al señor Cronos, a mi queridisima maquinista Yey, en fin, a todos los seguidores de mi blog, disculpenme si me olvido de alguien, pero a todos se les quiere y mucho.

FELIZ NAVIDAD!!!!!!!

STAROSTA
(RAFAEL BEJARANO)

Y UN FELIZ AÑO 2011 !!!!!!!!!!






J


Jacarandas ostentosas de anexos del cielo le dan sombra. La dosis de morfina que sube por mi cuerpo me aleja de todo, y todo sigue dando vueltas en torno a ella. Ella esta contenta, alimentando a los grifos en el terraplén. Se levanta con ellos en un pequeño vuelo y juguetean con las ondas del viento. No conocen de dolores. No conocen de miedos. No me conocen. No se si esta desnuda o estoy vetado y no la veo. Ella si que tiene misterio. Ella es sin duda mejor que yo. Ella es sideral. Ella fue creada con pedazos de Venus. Fondos verdes encantadores y sepia la mirada. La hace sentirse ensoñadora. ¡Mira que si sabe como hacer las cosas! Si yo pudiera hablar…Ausente e impermeable a la soledad. Buena mujer. Buena descarga. Buena proyección de luz y sombra. Dios dará razón del por que la hizo así. Parpadeo un instante y ya casi ni la veo. Se me perdió en el horizonte, con los grifos. Aleteo fluorescente. Viento celeste. Me quedo pisando ramitas secas que no se rompen. Todo el bosque es de plástico. La primavera es neutrónica. Va a empezar a llover. La lluvia es miel. Aquí vienen las abejas. Venganza exacta. Piquete incomprensible y doloroso. Mejor me escondo aquí debajo de esta saliente de fuego. No entiendo por que el sol se me volvió sangre y miedo… ¿A que hora vendrá de su paseo diurno? Humedad residual. Caldo de ríos sagrados. Quisiera leer este libro que traje hoy conmigo, pero deje en casa el microscopio. Me recuesto en la pared tan curva, y cierro los ojos. Pienso en ella. Pienso un poco en su presencia digital. Tan caliente, irradiando microondas. La Gioconda sin boca. Estoy husmeando bajo el velo de un fantasma. No hay nada. ¿A que le tienen miedo? Todo este sitio lo llaman Babilonia. El paraje es tan tranquilo. Me quedo distraído observando una enorme oruga. Hasta puedo decir que siento afecto. Rasga la tierra y chupa de la humedad que emana. Esta convulsionando. Esta saliendo algo. Miro atento y de repente vuela una rata enorme, y cruza el umbral enloquecida. La miel deja de caer y queda suspendida. Todo pasa en un momento. No se si respiro o estoy clavado en mi lugar. Pierdo mi brillo y tomo un aspecto de color desvanecido. Entonces escucho un ruido lejano y todo cambia de nuevo. Ella esta de vuelta. La piel de mi cuello recupera lentamente su color. Mi penicilina de rouge. Detrás del grupo que vuelve, se acerca un torniquete. Un Cosmigon. Una tormenta. Viene asustada. Veo sombras. Esta llorando. Algo paso. Estuvo dando una vuelta por el mundo real…Y la realidad se le ha venido encima.





K


“Kassandra, Kassandra…” Empezó a entonar el bafle de la disco. Salimos a bailar y desentone torpemente en la pista de baile de los ratones. Ella me miro divertida y abochornada mientras yo me desnudaba explosivamente, porque iba por el todo o nada. Deambule con mi sequito de larvas por todas las mesas mientras tú te quedabas asombrada de mis agallas. Fingí remordimiento de erección y oculte mi pene de nuevo en el bolsillo de mi piel escamosa. Nos sentamos en el juramento de nunca más volvernos a dejar entrar y yo escogí la canción de violines mas dulces para ti, peor no se pudo escuchar completa porque cayo rodando descuartizado un diabético del segundo piso. Los manjares servidos en aquella recepción tomaron vida cocinada y se enfrentaron en un duelo a muerte con los comensales de panzas rebosantes por el humo del tabaco, el champagne y la hambruna del alma que los acompañaba junto a sus gruesas billeteras repletas de deseos de gente pobre. Tu dijiste: No mas, y desaparecimos de la toma y me llevaste en un transitorio tubo de filtraciones elementales de calor y compañía a las ruinas del coloso de rodas. Yo contemple un pedazo de su cabeza y descubrí algunas boronas pegadas que eran sus pensamientos. Desdoblamos las pequeñas rocas y leímos su contenido en voz alta como el cosmos mismo. Alguien se molesto por lo tarde de la hora y nos mando callar con una bofetada de necedades traídas del polo norte. Tú enfriaste tu cuello por salvarme y yo devolví diligente el favor con una penetración infinita. Un solo de conga africana se dejo escuchar en un callejón oculto y corrimos las paredes para no ser molestados. Me acuerdo que digeriste una revista y me antojaste de cortarme el rostro con tus uñas. Tú echaste a correr divertida y yo seguí tus curvas hasta que te enroscaste por completo. Los días pasaron y no parábamos de rodar. Me dijiste: Te amo, y yo voltee mis ojos para ver el espectáculo de mi corazón emanando luz. Emanando vida. Emanando semen semiperlado. Luego nos abrazamos y retiramos la cinta magnetofonía de la licuadora. El silencio se hizo cuchara de madera y nos comimos el uno al otro hasta caer despresados. Una voz me trae de nuevo a la realidad. Es la enfermera, que me suministra las pastillas con un poco de agua. Es mi vida, que me abofetea para decirme: “Reacciona ya”… Es la vida…



L


Las cosas se están poniendo feas. Cada vez veo menos y madre no me confiesa lo que yo ya se: Me voy a quedar ciego. El tumor en mi cabeza genero mas cosas y ahora hasta la vista me abandona. Esta mañana entro mi doctor y yo ya no lo recordé. Pero según el, es el de toda mi vida. Mis enfermedades avanzan en total armonía y sincronía y eso me hace feliz. Al menos algo es constante en mi vida. Me da miedo no poder seguir escribiendo, cada vez es más complicado: La vista borrosa, la mano que tiembla, la creatividad que se esfuma…Tengo miedo. Nací en una víspera de año nuevo. Mi padre murió sin verme nacer y madre se quedo solo conmigo. Pobre madre. Meses después se me detecto un tumor cerebral. Adorno encefaloideo. Adorno mortal. Madre heredo fortuna y desde siempre conocí los hospitales, médicos, medicamentos y aislamiento. Crecí con mucho cuidado. Quieto mas que nada. La educación primaria, intermitente, interrumpida por mis desmayos infantiles y los afanes de madre en la trilogía: Hogar, escuela, hospital. No amigos. Los niños se aterraban cuando me veían caer desplomado y nadie quiso jugar conmigo. Llego la pubertad y mis primeras erecciones fueron mas conocidas por las enfermeras del hospital que por mi. Llegaron los quince años y la oportunidad de extirpar el tumor. No se pudo. Comprometería mi vida. Tumor de singular precisión en mi cabeza, pues no me dejo vegetal al acto. No. Yo podía vivir. Si, claro… Me fue convirtiendo en planta poco a poco, pues crecía a la par conmigo. Envidioso. Los doctores pronosticaron a madre que con el tiempo este huésped no invitado me traería consecuencias. Me pasaría la cuenta. Y así empezó todo. Termine el bachillerato más por terquedad y agallas, que por otra cosa. La otra cosa fue el regalo del cartón por parte de mis maestros, pues permanecía tanto tiempo en el hospital por mis desmayos si cura alguna, que perdí todas las asignaturas de plano. Pero la lastima todo lo puede y me pude graduar…desde un cuarto del hospital. El día de la graduación estaba yo entre suero y radiografías. Más radiografías. De tanto verlas me conozco más interior que exteriormente. Me gusta la lectura. Fue mi aislamiento. Mi paz. Mi compañía. Y como en estos casos todo viene acompañado, yo me ayude sabiamente deprimiéndome. Solución: Medicamento para la depresión. Resultado: Adicción al mismo. Una tableta, estoy OK. Cero tabletas: día amargo. Dos tabletas: Mareo rotundo. Tres o más: Sobredosis. Una nueva temporada en el hospital aderezada con lavado intestinal, recriminaciones, Psiquiatra. Diagnostico: Desequilibrio mental, debido a la poca ortodoxa vida que llevaba. Paciente con una tendencia a deprimirse y evadir la realidad. Altamente autodestructivo. De estas sesiones termine yo con poco sueño. Cura: Medicamentos para dormir. Resultado poco original: Otra adicción. Mi cuerpo se convirtió en una tómbola llena de pastillas. Sonajero andante. Cuando me di cuenta de esto ya había pasado yo los veinte años. Sin amigos, ni amores, ni sueños…Nada. Cualquier actividad que yo emprendiera era rápidamente desplazada por los desmayos y las semanas hospitalarias. Mi tumor se adelanto un poco a mí y ahora resulta que olvidare lo poco que he vivido. Los médicos dicen: Puede ser por el tumor que afecta zonas del cerebro ligadas a estos comportamientos. Yo digo: Todo esto es una mierda. Los médicos dicen: No podemos determinar la naturaleza del mismo y por lo tanto, hacemos lo que esta a nuestro alcance para atacarlo. Yo digo: Silencio por favor, quiero dormir…





SI NO ENTENDIO EL TEXTO ANTERIOR VUELVA A LEERLO CON LOS OJOS CERADOS