viernes, 11 de junio de 2010

IMELDA (12) Y ULTIMA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!




Un día recibí una llamada mientras mi embriaguez estaba colgada en el perchero detrás de la puerta por donde un día se me salio Imelda. Era victoria, mi ex, que me invito a pasar unos días con ella en la costa. Le dije: “No tengo plata” Y ella me contesto: “Eso no importa” Me envío a una dirección, yo fui con algo de dubitación, pero alguien salio y me lleno el bolsillo de billetes y así tome un avión, para verme con alguien que no me olvido. Pero que yo olvide. “Que curioso” Pensaba yo mientras volaba “A ella le pasa lo mismo que ha mi con mi Imelda” Y al parecer le había ido bien en la vida, el único suicida era yo. Que mal honor.

Un recuerdo se me hizo mas caliente a medida que avanzaba por la playita llena de gente por la cual casi me pierdo, medio despierto, medio dormido. Era aquella vez, la primera con una mujer de la cual yo ya no sabia nada. Tenia yo solo dieciocho años y una risa descarada y no podía perder, pues la inexperiencia siempre nos invita a jugarlo todo en una sola mano, me dijo mi hermano: “No seas pendejo, guarda siempre algo”

Alguna vez. Esa era mi consigna. Ahora estaba allí en medio de la arena buscando a mi primer amor, lleno estaba yo de esperanzas de olvidar a la otra, pero esas circunstancias son locas y de seguro me iba a estrellar contra el arrecife de la propia verdad, y ¡Que falta de humildad! ¡Que cara tan dura la que tengo! Pensaba que aun era un galán, a pesar del sufrimiento. No había duda, era yo un gil cabron. Lleno estaba yo de sustancias en mi corazón, no encuentro otra explicación para el sin razón de lo que estaba haciendo en ese momento. No se por que me acorde de la primera vez que me llene la nariz como un pez en la pecera de la cocaína, una insulina para la neurona que se me estallo, porque yo, también alguna vez, estuve en esas.

Ella me invito una vez a probarla y yo no le renuncie al primer jaleo y le dije: “Dame otra raya” Queriendo yo ser un hombre temerario, pero era un niño atontado por la droga mientras ella, Victoria, me observaba con esos ojos de puñal y terminando yo de llenar mi nariz con la blanca, me bajo los pantalones, me hizo un sexo oral desenfrenado y yo a partir de ahí quede completamente enviciado a ella y por su puesto, a Victoria tambien. Era como un grial, era como un vaivén de piernas, senos de pitones duros y rosados, movimientos pélvicos firmes y calientes y ese olor a sexo que nunca olvidare, pues con mis labios lo probé, totalmente drogado más de una vez.

El día esta caliente, pues hoy es el verano. Yo vine a buscarla, pues me dijo que por vacaciones de mitad de año estaba acá.

Alguien grito mi nombre a mi espalda y yo vi a Victoria con su floreada falda de sol, llamándome encantada. Nos abrazamos hasta el pensamiento y ella pregunto:

- ¿Si me has pensado?
- Cada momento. – Mentí encantado - Cada instante de mí sangre te he pensado, que ya estoy medio cansado de hacértelo en mi mente por atrás y por adelante.
- Pues vamos entonces…El hotel esta aquí al frente y tenemos tu y yo algo pendiente desde la ultima vez que nos vimos en Bogota… ¿Recuerdas? ¿O lo mismo te da?
- No digas eso…Sabes que quiero dormir abrazado contigo. No tengo miedo. No voy a vivir atado al suelo, quiero que me hagas volar…

Y si que lo hizo. Recordamos viejas épocas con su cartera, la cual tenía algunos gramos de la nieve infeliz, que la tenia poseída hasta los huesos. Se subió encima de mí y movió su trasero como pocas, pero yo andaba en otras, yo andaba recordando a Imelda. Ella debió percibir que no estaba en mi mente allí, pues me dejo eyacular, me hizo vestir y cerro la puerta en mi frente, mientras me miraba toda la gente, porque ella me gritaba desde el balcón, que yo era un maricon y que podía comer mierda. Ni contarles lo que fue volver, desde tan lejos, hasta mi casa de nuevo, porque Victoria no me dio dinero, y no sabia como volver, la odisea se las dejo para después, pero les aseguro que lo que me paso esa vez, al igual que todas, me paso por ser yo un grandísimo pendejo…


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Bueno, hasta aqui publico Imelda. Lo hago no sin cierta pena, pues realmente fue un enorme reto y un placer haber escrito este libro y lo fue mas aun, poderlo compartir con ustedes. Si quieren leer la otra mitad del libro y saber el final de la historia lo encuentran en esta direccion:

http://www.slideshare.net/STAROSTA1000/imelda

O haciendo click sobre la caratula que se encuentra en la parte derecha de este blog.

A todos los que me acompañaron en estas publicaciones: infinitas gracias. De no ser por Imelda tal vez no nos hubieramos conocido. La proxima semana les obsequiare como siempre, con toda la buena onda que me es posible transmitir, un nuevo libro.

¡Larga vida a Imelda!

Un aplauso para ustedes, mis amados lectores, que se aguantaron estas publicaciones con toda la paciencia del caso a lo largo de estos 3 meses.

Un abrazo a los seguidores de mi blog, a los de siempre y a los mas nuevos, y un agradecimiento por haber depositado un voto ciego de confianza al seguir un blog tan malo como este. Dios los bendiga.
Les deseo a todos sus blogs miles de seguidores, miles de publicaciones y la suerte que tengo yo, al estar rodeado de gente tan maravillosa como lo son ustedes.

Nos vemos la proxima semana. Gracias.

















STAROSTA
(UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)