viernes, 4 de marzo de 2011

LOS CORAZONES OCULTOS (7 Y ULTIMA!!!)

HOLA A TODOS


Hasta aqui publicamos esta novela. El resto de la historia y el final lo pueden encontar en la siguiente direccion:



http://www.slideshare.net/STAROSTA1000/los-corazones-ocultos



O como siempre, dando click en la caratula que se encuentra a la derecha de este blog. En nombre De Vane Prada y mio queremos agradecer a todos los que leyeron y a los que comentaron nuestro trabajo. Mil gracias por el apoyo.


A Vane: Gracias infinitas por haberme dado la oportunidad de realizar este trabajo a tu lado. El honor fue todo mio. Todo mio.


Una bienvenida a las personas nuevas que se agregaron a mi blog esta semana. Gracias por estar aqui. De verdad gracias.



El 8 de marzo se celebra el dia internacional de la mujer. A todas desde ya: Feliz dia!!!, en especial a las seguidoras de este blog. Todas divinas, preciosas, musas perfectas, las quiero mucho a todas!!!!



La proxima semana, como siempre, con la mejor onda para todos, publicare un nuevo libro.


Gracias...totales!!!!





STAROSTA
(UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)





LOS CORAZONES OCULTOS









CAPITULO 7


- Hoy domingo, a las diez de la noche, se estará dirigiendo para todo el país, el Señor Presidente de la República, quien nos estará informando sobre las medidas adoptadas ante el fuerte invierno que azota a la nación. Recordemos que hasta el momento se han registrado más de medio millón de damnificados y según los expertos, las lluvias continuarán, por lo menos hasta mediados de Abril del año próximo. Si desea colaborar con las victimas, puede comunicarse a nuestra línea y le estaremos diciendo a que albergues podrá llevar sus donativos. Ahora si, continuemos con nuestra radio novela:

“Mientras caminaba hacia la puerta de su casa, María del Carmen pensaba una y mil excusas que podría decirle a Juan Manuel y a sus hijos, pero nada encajaba.
- Hola mami – dijo Mateo dándole un fuerte abrazo
- ¡Hola mi cacheton hermoso! ¿Ya estás listo para irte a estudiar?
- Si mami. ¿Cómo te fue cuidando a la abuela?
- Uhhh… bien…bien, ¿Quien te contó donde andaba yo?
- Mi papi…
Dejo el bolso en uno de los sillones de la sala, junto con su abrigo y fue al cuarto. Allí estaba Juan Manuel, en el sillón de la habitación leyendo el periódico. Cuando la vio entrar, miró por encima de las hojas.
- ¿Qué le pasó al carro?
- ¿Cómo que qué le paso al carro?
- Te vi llegar en taxi
- ¡Ja! Por Dios… ¡Llego a las seis de la mañana a casa y lo que me preguntas es por el hijueputa carro!
- No es eso, bueno, bueno… ¿Donde diablos estabas? – dijo Juan Manuel dejando el periódico en el piso, escudriñando con la mirada a su esposa y con cierto tono de celos en su voz.
- Pues como ayer llegaste y ni hablamos, se me paso decirte que tenía un pedido de más de 100 arreglos florales que entregar para una boda.
- ¿Y no podías llamar a avisarme? Me toco inventarles cualquier cosa a los niños para que no se preocuparan. ¿Dónde dejaste el celular? Te estuve llamando toda la noche y no contestaste jamás.
- Ah si, perdón… creo que esta en silencio, ahora lo veo – dijo mientras se quitaba sus costosas joyas, las dejaba en su mesa de noche y disfrutaba los reclamos de su marido.
- Mira María del Carmen si te estás vengando por todo lo que está pasando entre nosotros, OK lo entiendo… ¡Pero no es la forma! Nosotros siempre hemos hablado, así que si tienes algo que decirme, dilo de una vez por todas.
- No, no tengo nada que hablar contigo y ¿Sabes que? Estoy completamente cansada, así que me daré una ducha, que tengas buen día – Terminó la frase dándole un beso en la mejilla a su marido –
Lo que no sabía María del Carmen es que esa noche Juan Manuel estaba decidido a apostarle de nuevo al matrimonio. Mientras iba de vuelta a casa, había hecho reservaciones en un lujoso restaurante de la ciudad, la cual, a las once y media de la noche, había cancelado.
Estaba como loco esa noche. Hace muchos años no había sentido celos o miedo de perder a su mujer.
Él sabía que aunque los años ya pesaban en ella, seguía siendo una mujer atractiva, capaz de seducir a cualquier hombre.
No paro de llamar al celular y a la floristería, trató de leer para ayudarle al tiempo pasar, se tomó él solo una botella de whisky, pero ella jamás llego.
María del Carmen se baño con una sonrisa dibujada en su rostro, todo el pavor que sintió al llegar a su casa se había desvanecido. Le había encantado ver a su marido completamente celoso ¡Por fin lo sentía vivo!

Maribel veía pasar los días sin distinción alguna entre uno y otro. El sol, la lluvia, el día, la noche. Nada tenia color para ella. Parecía como si estuviese flotando. Juan Manuel la estaba destruyendo en su alma con su recuerdo filoso. No quería comer. No quería salir. No quería nada. Iba a trabajar por inercia y tenia que dejar sola la recepción para escapar por instantes al baño a esconderse junto a sus lágrimas. Se miraba en el espejo y descubría el terror de haberse convertido en una mujer sola y abandonada por su amor. Ella. La deseada, la que hacia voltear los cuellos de los hombres a su paso, destruida y llevada a menos por un amor que no pudo ser. Sentada en aquella silla en su jornada de ocho horas diarias no hacia más que recordar los momentos vividos junto a su amor prohibido. Las noches de pasión le hacían cruzar las piernas cada vez que las volvía a vivir en su mente un instante a la vez. Era como si su sexo también extrañara a Juan Manuel. Entonces largaba sorbos largos de agua y respiraba profundamente. “¡Esto es muy duro, hijueputa!” Pensaba cada ve que la absorbía por completo la pena. Tan así era su duelo amoroso que hasta en la casa su madre dejo de molestarla. Todos querían llegar a ella, pero Maribel no hacia más que respirar, por no morirse enceguecida de amor de pie. El olor del perfume de Juan Manuel envolvía todos los lugares del periódico: La recepción, la cafetería, el ascensor. Era como si todo lugar fuera un circulo y el estuviese en todas partes, moviéndose por donde ella iba. Pero lo cierto es que ella si a duras penas lo veía entrar o salir del edificio.
Últimamente había mucho agite en el periódico y él, como ejecutivo, tenia muchas responsabilidades adentro y afuera de allí. No le quedaba más que sufrir y de vez en cuando ver su bolso fino, admirado por todas las mujeres del trabajo, que no daban crédito a que Maribel tuviese uno de esos. “Se volvió la amante de un ricachón” Decían unas. “Esa vieja de noche es una prepago, ¿Cómo mas iba a hacer esa muerta de hambre para comprarse un bolso tan fino?” Comentaban las más maliciosas. “Quién sabe cuál será el mozo de esa mujer acá en la oficina” Murmuraban las mas chismosas. Y de hecho, tenían la razón. Maribel las miraba, pero, a pesar de ser tan orgullosa, no les prestaba atención. Su desafinado corazón no estaba para entonarle ninguna nota a nadie. Ella, siempre tan luminosa, en esos momentos solo era como un bombillo fundido. El amor la había golpeado duro. La dejo probar algo de su pureza y después la abandonó. Maribel no necesitaba palabras. Solo quería la compañía del silencio.

Hay tres tipos de personas: Las que quieren saber su futuro, las que les da miedo y las que prefieren vivir el día a día. Maribel era de las que les da miedo que una bruja, una pitonisa o un ser iluminado, les descifre su destino. ¿El por qué?: Porque siempre había creído que el futuro era como páginas en blanco que esperan ser escritas dependiendo del camino que cada quien haya decidido escoger. Y ella sentía que el ir donde una persona que tiene habilidades para decirle cosas de su futuro era casi como darle el lápiz para que sea esa persona la que escriba su vida, decida por ella y escoja el camino a seguir.
Pero Liliana no era así. Ella pertenecía al selecto grupo de los que quieren saber su futuro y por ende, pagan para que alguien especializado en el tema les cuente que les deparara. Ella conocía no a una bruja, sino a una Psiquiatra que se especializó en ese tema y realizaba sesiones que llevaban como nombre: Psicoterapia transpersonal. Se llamaba Clara Pasquali y Liliana la conoció en una publicidad de una revista de variedades. Llamó y consiguió finalmente una cita en su ‘’consultorio’’ a las once de la mañana. Consultorio situado en la bella y costosa zona rosa de la ciudad de Bogotá. El valor para que se le leyera la carta astral y por ende descifraran su destino, costaba $100.000 pesos colombianos o $103.000 si deseaba que la sesión fuese grabada en cassette.
- Maribel. ¡Hola! ¿Por dónde vas?
- Hola nena, voy por la 15 con 116
- Uy! ¡Te falta todavía, sabes que! Anótate la dirección y me caes allá, yo iré siguiendo
- ¡OK dale! Dámela
- Carrera 14 83 – 26, Centro médico Country
- Ok te caigo. Besos.
Maribel se bajó del bus como a las 10:40, llego a la dirección y Liliana estaba abajo, se saludaron y se anunciaron en la portería del edificio.
- Buenos días, vamos al consultorio de la Doctora Clara. – Dijo Liliana
- Buenos días, siga, consultorio 405 - Respondió e portero del edificio.
Tomaron el ascensor y llegaron a una puerta que daba los números de los consultorios del 401 al 406, timbraron y una señora de blusa rosada y pantalón negro les dio la bienvenida.
- ¿Para quién es la consulta?
- Para mí - Dijo Liliana
- Por favor me cancela $ 100.000 o si quiere que se le grabe cancéleme $103.000
Liliana canceló en billetes de veinte mil los $103.000 pesos, y Ante la mirada de sorpresa de Maribel, a quien le pareció excesivamente costoso.
- ¿Cómo te sientes, tienes miedo? Si fuera tú lo tendría – Pregunto Maribel
- No mi amiga, estoy súper fresca, a mi me gustan estas cosas. ¿Por qué sentirías miedo?
- Porque no me gustaría que me dijeran algo que no quiero escuchar, como que él no es el nombre de mi vida o que moriré pronto o cosas así…Aunque ya sé que él no es el hombre de mi vida.
- Ay no Maribel. Ya. Olvide el tema. Hablemos de otra cosa…
Estuvieron hasta las 11:20 hablando de todo un poco… cantando las canciones que sonaban en la emisora de la grabadora y matando el tiempo… Era cómico: Maribel era la ansiosa, mientras que Liliana parecía esperando la consulta a su médico general.
- La doctora manda a decir que ya está llegando - Dijo la señora que les abrió la puerta y recibió el dinero de la consulta.
Aunque el lobby del consultorio no era lo que yo se esperaban ya que no las recibieron con música de la new age, bolas de cristal, olor a incienso y accesorios que denotaran la magia que ocurriría ahí. Se dieron cuenta que por debajo de la puerta del consultorio de la psicoterapeuta, se podía ver que la baldosa reflejaba el color rojo de algo, tal vez cortinas y en la puerta tenia colgado en el centro un corazón hecho con flores rojas y pequeñas.
- Hola… ¡Casi que no llego!...El ascensor en reparación y yo con mi mano enyesada, por favor pasa… - Dijo la doctora mientras Maribel pensaba: “¡Por fin llego!”
La doctora Clara era una mujer alta, cabello rizado y rubio, sudadera, gafas oscuras y lo que más le gusto a Maribel: Zapatos rosados Crocs! Juntas se volvieron a desilusionar pues querían ver a una mujer con pañoleta, falda larga satinada y botas puntudas negras. Maribel pensó que ya era hora de cambiar la imagen que las películas le habían dado sobre consultorios de pitonisas, chamanes y brujas, así como el vestuario que usaban. Se quedó, sentada, sola, esperando a Liliana tratando de concentrarse en el primer capítulo del libro ‘’Singles’’ de Julia Sequi y acompañada de la canción “Limón y sal” de Julieta Venegas sonando en la emisora…
Oía las voces de las dos mujeres hablando detrás de esa puerta con el corazón en el centro, pero no entendía nada. ¡Como le hubiese gustado haber tenido un vaso de cristal y ponerlo en la puerta a ver si podía escuchar algo! Anque se quedo pensando que tal vez, usar un vaso para escuchar lo que otros hablan detrás de puertas también era una mentira de las películas Hollywoodenses. No la atrapó ese libro, así que se concentro en tararear las canciones que sonaban, borrar algunos mensajes de su celular (Todos menos los de Juan Manuel), anotar algunas frases en su libreta y quedarse mirando fijamente la puerta a ver si podía descifrar las palabras sueltas que entendía como viaje y empresa… Estando allí, sintió curiosidad por también pagar para que le leyeran a ella la carta astral, para de alguna manera proyectar aún más su vida y tener objetivos más claros. Pero sobre todo, para que le dijeran si existía aún alguna esperanza entre ella y Juan Manuel. “Déjalo ya” Pensó melancólica “No tiene caso.”
- Muchas gracias por todo doctora, un placer haberla conocido - Dijo Liliana saliendo del consultorio. Su rostro estaba completamente relajado y sonriente. Salieron del consultorio y bajando por las escaleras Maribel le preguntó:
- ¿Y bien? ¿Qué pasó?
- Vamos a tomarnos un café y te cuento…
Llegaron a una pequeña cafetería y pidieron dos capuchinos y unos panecillos. Liliana saboreo la taza y le contó a Maribel lo ocurrido en el consultorio:
- En mis tres vidas pasadas fui hombre y por eso, en esta oportunidad, mi objetivo en esta vida, es el amor, para enmendar lo perro que fui – Y soltó una sonora carcajada. Maribel también empezó a reírse y sin razón alguna, sufrieron de un ataque de risa que duró varios minutos ante la mirada de sorpresa y divertida de los demás comensales de las otras meses. Calmadas un poco, Liliana continuó:
- Resulta que dejé muchas mujeres embarazadas. Fui guerrero en las cruzadas y profesor judío con ascendencia Alemana en otra. Mi destino ahora está en Colombia, según la doctora. Me dijo que ahora seria un hombre que conocí, el que trazaría mi destino para siempre, aunque no me supo dar detalles. ¡No te parece hermoso! Ese hombre es mi Sebastián. De seguro me va a proponer matrimonio en cualquier momento ¡Que emoción! Ese será mi destino, porque yo no le veo otra respuesta ¿O no?
Maribel la escuchaba atentamente mientras se comía los panecillos con su capuchino. La historia de Liliana con la doctora duró una hora y media, no escatimó en detalles, y le contó todo lo que Claudia había visto sobre su destino por medio de la carta astral. Todo encajaba, todo tenía sentido, pero lo único que no le gustó era el detalle sobre el hombre y el giro radical que daría a su vida. Le hubiese gustado que fuera mas especifica, mas explicita, que le contara por que durante esos días Sebastián había estado tan extraño y tan ausente con ella. Pero bueno, ella supuso que de eso también se trataba esa magia. El darle la ilusión de soñar con algo mejor a la gente.
Después de escucharla, Maribel tuvo que confesarse a ella misma que había cambiado completamente de idea. Las brujas no eran tan malas, ni debían estar vestidas con largas faltas satinadas, cabellos alborotados y botas negras puntudas. Ésta en especial, no era cualquier persona que un día se levantó y al no tener trabajo montó su consultorio mágico; Clara Pasquali era más que una psiquiatra especializada en psicoterapia transpersonal. Ella era una mujer con un don. Al fin de cuentas, ¿Quien puede ser llamada sin problema alguno “guía espiritual''? Se quedó pensando en que tal vez también necesitaba una guía, alguien que le diera un estimulo positivo a su vida. Estaba feliz por su amiga. La veía radiante, aunque en el fondo sentía un poco de envidia, pues ella también quería sentirse así, pero en ese momento, estaba pasando todo lo contrario.


- Y bueno, para despedirnos, los voy a dejar justamente con la canción que estaba escuchando nuestra protagonista. Esto es “Limón y sal” De Julieta Venegas. Soy Mariana y me despido. Buenas noches…







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