viernes, 2 de octubre de 2009

EL JARDIN (6)




EL JARDIN

Para pisar un jardín hermoso y entenderlo, es necesario estar puro en el alma. Para saber por que las flores despliegan sus colores en el césped verde esmeralda, hay que tener la mente clara. Para mirar sin prisa los tallos de las margaritas y sentir como va corriendo la savia, hay que tener corazón y nobleza. Yo no podría entrar a ese jardín. No vería césped, sino tierra seca. Tierra muerta. No vería tallos ni corolas, solo muñones sangrantes que brotan desde abajo y espantan mis ojos. No vería ningún color en ese jardín. Todo estaría desteñido y la lluvia caería y pudriría todos esos pétalos destruidos esparcidos por el suelo como ropas que nadie nunca recogió.

No. Yo no puedo ir nunca a ese jardín. Por ningún motivo.