viernes, 10 de septiembre de 2010

GATOS EN EL SUELO (4)




SUITE:


LA ENFERMEDAD

Hube de llegar a una pequeña comarca costera, en donde el calor aprieta fuerte y sin piedad. Las calles estaban silenciosas y me extrañe, pues aquellos parajes eran conocidos por su alegría y bullicio. Entonces pase por una casita muy humilde y vi que todos estaban allí reunidos. Entre en silencio y vi que había una mujer muy enferma, en un rincón, a la cual todos le gritaban improperios y la escupían. Yo le pregunte a uno de los que estaban al lado mío que estaba ocurriendo. El hombre me dijo que esa mujer era la prostituta del pueblo y que había contagiado a todos los hombres con una enfermedad mortal, que se transmite durante el acto sexual, razón por la cual, todas las mujeres de la comarca se habían ido, dejándolos solos. Por eso ahora iban a linchar a la mujer enferma, pues había sido la única culpable de lo sucedido, por haberle ofrecido sus servicios a los hombres del lugar. Yo salí de allí espantado, y no deje de correr hasta que me hube apartado bastante de esa comarca. Entonces sentí una enorme alegría por las mujeres que se habían marchado de allí, pues estaban a salvo de la conciencia de aquellos hombres, la cual estaba infectada con el cáncer del machismo.



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CANTATA:


CUENTO PARA TERMINAR UNO MISMO


Los tres negros africanos encontraron el baúl enterrado en medio de la tundra. Todos son zulu. Uno de ellos levanta el candado y descubre tres llaves.


- ¿Que hacemos? – Pregunto Nunuc, el más tímido.

- Llevémosle el baúl al jefe de la tribu - Dice Korunga, el más sabio de los tres.

- No - Interrumpe Juruf, el mas ambicioso. - Cada uno tome una llave. Guardémosla y volvamos a la tribu. Esta noche al salir la luna, uno de nosotros vendrá, al llegar la medianoche, vendrá otro y al amanecer el último. No hablemos más entre nosotros. Solo se comprobara que la llave sea del baúl, pero deben dejar todo como esta. Nadie le dirá a nadie quien tiene la llave. Mañana, el que tenga la llave que abre el baúl, se ira y no volverá jamás.



Y así, los tres zulú tenían un trato.


Se convino que primero iría Juruf, después Nunuc y al amanecer iría Korunga. El nuevo día llego y gritos enloquecidos se escucharon en la tribu. Se había establecido un pequeño sitio de sacrificio y dos africanos estaban siendo azotados, para después ser sacrificados a sus dioses, pues habían cometido un grave crimen en aquella tranquila tribu. Uno de ellos era Juruf, el más ambicioso. El otro era Korunga, el más sabio. A un lado estaba Nunuc, el más tímido, siendo envestido por el jefe de la tribu, por su valioso servicio, pues había informado lo que estos dos malandrines estaban fraguando. Juruf gritaba y maldecía, negándolo todo, mientras Korunga guardaba absoluto silencio.
Nunuc sonreía encantado y sus ojos delataban astucia y vanidad, en aquella selva encerrada. El tenía la llave que abría el cofre.


¿Qué paso?

Primero fue Juruf, como era el mas ambicioso, pidió ir primero, pero no para descubrir si su llave solo abría el cofre. De hacerlo huiría inmediatamente con el. Su llave no lo abrió. Pero el no se contento con esto. Decidió esperar entre las sombras hasta ver quien tenía la llave ganadora, para caer a sus espaldas y asesinarle, pudiéndose llevar así el cofre. A la medianoche Nunuc arribo al sitio, pero entre las sombras pudo ver a Juruf oculto. Simulo que no lo había visto y con cuidado introdujo la llave. El candado se abrió y el rápidamente cerro de nuevo el candado. Cuestión de segundos. Dejo además la llave pegada, para que Korunga la encontrara. El sabia que de esto dependía su vida. Volviendo a casa paso sin mirar a ningún lado, pensando en lo que pasaría cuando Korunga abriera el cofre. Juruf lo mataría y se marcharía y como todo el día estuvieron juntos lo culparían a el al no encontrar al asesino en la tribu. Decidió delatarlos a la madrugada, así el saldría ileso y recibiría el respeto de los suyos. Y así lo hizo. El jefe de la tribu y sus soldados encontraron a Korunga con la llave en la mano forcejeando con Juruf. Korunga, el más sabio, había sido engañado. Juruf, el más ambicioso y audaz, había sido burlado.


Moraleja:


*Inserte usted lo que aprendió de esta historia*



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FADE OUT:


LA ODISEA

Todos los días salgo tarde de mi casa y el transporte público es imposible a esa hora de la mañana. Tengo que soportar la presión de miles de seres amontonados, para llegar a mi trabajo y ser amonestado por las llegadas tarde. Debo recompensar la tardanza, quedándome hasta horas después de mi salida. Vuelvo a mi casa en la noche, completamente cansado y abrumado. Entonces enciendo la televisión y las noticias tan violentas me hace sentir mal. Me acuesto con la luz encendida y pienso en el amor que no volverá a mí. Me quedo dormido sin darme cuenta cuando y al otro día me levanto tarde para ir a trabajar. Esa es mi odisea. Y yo no soy Odiseo. Y a mi nadie me escribe mis hazañas. Y a mi nadie me espera. Y a mi nadie me teje un sudario. A mi Penélope no me ama.




CUENTELE A TODOS QUE NO LEYO ESTE LIBRO