viernes, 27 de noviembre de 2009

EL JARDIN (14)



ESCRITOR


Soy un escritor. Vivo en un cuarto sucio y maloliente. Escribo bajo la luz de la luna, o junto a una vela, o con la persiana abierta. Escribo borracho. Escribo drogado. Escribo con hambre. Casi siempre escribo con hambre. Estoy solo. Nadie me quiere. Esta bien. Veo los días pasar por mi ventana y trabajo en cualquier cosa por ratos, para pagar la renta. Fumo de día. Fumo de madrugada. Fumo seguido. Largas bocanadas, son un renglón. Escribo lo que no se del amor. Escribo lo que no he visto en la luz. Escribo lo que no entiendo de las canciones. Quisiera que las cosas que escribo me pasaran. Quisiera ser feliz. Pero no lo soy. Escribo líneas de tu rostro. Escribo el sabor de tu cuello. Escribo el olor de tu perfume. Escribo como una bestia. Escribo como un bruto. Me estrello con mis pensamientos y mi mano escribe lo que le da la gana. Esta noche estoy asomado en la ventana. Esta lloviznando. Hace frío. Hay dos gitanas bailando en mitad de la calle. Son hermosas. Son descaradas. Me miran y se ríen, pero no cesan de bailar. Me están llamando con sus cuentas. Me están hipnotizando con sus labios. Corro presuroso escaleras abajo. Ellas empiezan a correr tambien y no las alcanzo. Las llamo a gritos, pero ellas no se detienen. Entonces entran a un caserón gigante y abandonado. Yo me detengo dudoso. ¿Qué estoy haciendo? Un viento frió mece los árboles y me hace sentir miedo. Pasa un minuto. Una hora. Un milenio. Entonces decido entrar. Esta muy oscuro. Una rata pasa encima de mi bota. Que asco. El suelo cruje maldiciente a cada paso. Escucho risas al fondo. Me aventuro indeciso. Entonces entro. Lo que veo me deja pasmado. Maravillado. Horrorizado. Mujeres desnudas bailan al ritmo de músicas extrañas que jamás había escuchado. Hombres sentados beben vino y fuman sin descanso. Sobre las mesas hay comidas de toda clase: carnes, quesos, frutas, en fin, creo que nunca había visto tanta comida en mi vida. En un rincón hay una estatua de oro. Un viejo carnero, que se creía destruido por piedras con escritos grabados. Lo estoy viendo. La gente de este lugar lo veneran, completamente ebrios. Extasiados de tener sexo. Ahítos de comida. Entonces lo entiendo todo. Estoy en el infierno. Pero después de quedarme un tiempo, corrijo. Estoy en casa.