viernes, 18 de noviembre de 2011

PARA NADIE (19)



Solo veo arboles detrás de las sombras de este bosque de oscuridad. Solo veo hojas muertas cubriendo el suelo en la tritura de mi vagar errante por estas tierras que son el universo de tristeza por el que vago siempre sin encontrar la salida. La brisa helada huele a muerte. Yo sigo transitando sin descanso. Yo avanzo sin saber adonde voy en este bosque. Grito con rabia y mis palabras se van quedando pegadas entre arbustos, entre cortezas, entre tallos y troncos. Mis miradas se están marchitando como todo lo que me rodea, porque este bosque ya esta casi muerto. Me imagino rostros que se pierden en mi mente porque yo ya no pertenezco a ningún lado. Vienen otros sonidos que no son los míos porque yo estoy condenado a la fría pared del silencio. Mis esperanzas están colgando entre las ramas, secas, sin ningún color, y los extraños animales de estos parajes se cubren el rostro con ella cuando se mueren. Las indefinibles sombras pasan jugando y haciendo ruidos que yo nunca había escuchado. Ya no siento miedo. Ya no siento nada. Solo pienso que quizás, del otro lado, alguien este esperando por mí. Tal vez al final de todo esto exista alguien.

Tiene que haber alguien allí…




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6 comentarios:

  1. El encierro y la esperanza que poco a poco se marchita.

    La esperanza hecha un guiñapo es la mortaja de los animales (moradores del bosque tenebroso) y en la nota más aguda de ese grito insuficiente aparece de nuevo la esperanza, como la silueta de un Alguien al final del camino...

    Qué forma sublime de gritar Angustia.

    Un fuerte abrazo Starosta.

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  2. siempre hay alguien esperando al final del camino cuando se ha sabido querer.

    un abrazo vecino

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  3. Qué bien hilvanas palabras y palabras!!!,
    Hermoso escrito; nostálgico, desesperanzador además;
    Siempre hay un oasis en el más inmenso de los desiertos.
    Buen fin de semana
    Te dejo un abrazo

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  4. Siempre existe alguien querido amigo -producto de mi imaginación-, siempre, aunque no siempre nos gustan sus exigencias ni sus dádivas

    dos abrazos con la mente rebobinada y dispuesta para la próxima

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  5. Seguro, seguro que hay alguien allí, no lo dudes. Al final, todo en nuestras vidas tiene algún sentido. La vida todo se cobra y tambien devuelve algunas cosas que dimos por perdidas.

    Formidable entrada, siento no haber pododo leerla antes.

    Abrazos y besos, cuidate!!

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