viernes, 11 de febrero de 2011

LOS CORAZONES OCULTOS (4)





CAPITULO 4



- Hoy es 5 de Octubre. Son las ocho y treinta de la noche. Sean bienvenidos a su sección “Los corazones ocultos”. Un saludo a Harry, quien hoy esta de nuevo detrás del master y los controles. Antes de continuar con su radio novela, queremos recordarles a nuestros oyentes de “Todas las voces” en Bogota que la calle 26 se encuentra cerrada por obras. Deben tomar la avenida 68 o la Avenida la Esperanza. Ahora si, continuamos con nuestra historia. No olviden llamar y comentarnos sus opiniones. Las líneas están abiertas. Continuamos:



“La ciudad estaba fría como todos los días, porque todos los días llovía. Se podían ver en los bares parejas ocultas detrás de las botellas de cerveza, la música que se revolvía con los sonidos de las gotas de agua cayendo poderosas como si el río se hubiese volteado y estuviese lavando toda la ciudad. Barrios enteros se inundaban y miles de victimas de un invierno sin precedentes sacaban a relucir lo más triste de su pobreza en los medios de comunicación. El mundo seguía girando ininterrumpidamente y la nueva moda entre las chicas es ser anoréxicas, bulímicas, bohemias y los chicos ya no saben bien ni que pensar. Venezuela, al mando de su dictador golpista se arma cada vez más y más y va llenando hangares y nadie en Suramérica sabe bien por qué y para qué. Tras los ventanales grises se sigue esperando que el sol venga. Pero aún no aparece. Los días siguen corriendo por el calendario sin problema aparente y en las noches, callejones oscuros de barrios populares, esconden a uno o dos muchachos encendiendo un porro a escondidas, cobijados por la complicidad de la noche fría en la capital. Llueve y todo parece igual, en Bogotá.

Liliana estaba pensativa. Soñaba miles de cosas que no tiene y quiere conseguir, mientras su mentón recibe su rostro romántico y distraído asomado en el mostrador de la papelería cuando recibió un mensaje de texto de Sebastián. Le decía que pasaría a recogerla al trabajo al caer la noche. Liliana se puso eufórica y se encerró casi media hora en el baño a retocarse mientras Augusto le cubría la espalda en su estación de trabajo, razón por la cual, se ganó un fuerte llamado de atención de su supervisor, por no estar en la estación de él. Liliana se despojó del uniforme y salió con unos jeans descaderados, una blusa blanca corta de tiras y una chaqueta negra de cuero encima. Augusto sintió como el corazón le daba brincos mientras ella se acercaba. Sacó un espejo pequeño y con el lápiz labial retoco sus ya perfectos labios. Le dio un beso que le marco la mejilla a Augusto y salió del trabajo. El chico se quedó husmeando por el gran ventanal de la papelería cuando vio un coche lujoso que se detuvo para recogerla. No pudo contenerse. Se fue para la bodega a llorar como un niño tonto. Esa mujer jamás seria para él. Finalmente, ese beso en la mejilla seria la mejor sensación que sentiría de ella. El solo era un tonto. Y eso era terrible.

Sebastián Y Liliana salieron a caminar por las calles esa noche. La luna parecía una lengua inmensa que lamía cariñosa el firmamento y los corazones de los dos se encendían con la mutua compañía. En algún momento el tomó su mano y Liliana a pesar de ser tan dura y practica en cuestiones amorosas, sintió algo que hacia mucho no había sentido. Era amor. Era ese presentimiento de que las cosas tomarían un rumbo distinto y por primera vez, en mucho tiempo, dejó que esas sensaciones fluyeran libres en su adentro. Después entraron a un bar cualquiera y entre cervezas y cigarrillos le arrojaron leña a su pasión y fue inevitable terminar de nuevo en el apartamento de Sebastián haciéndose cosas sucias, pero deliciosas, hasta el otro día. Las citas se empezaron a volver mas frecuentes y a pesar del clima, sus almas siempre estaban en verano. Y en una de esas mañanas Liliana preparó un delicioso tinto bien cargado, prendió un cigarrillo, saludo a sol que eufórico le daba los buenos días y se dispuso a abrir las ventanas de su habitación. ‘‘Es hora que el viento se encargue de limpiar el polvo” El amor ya se había encargado las noches anteriores de limpiar su alma. Y en el fondo, ella ya lo sabía.

Abelardo llamo a su oficina a Juan Manuel. Le dijo que el periódico estaba invitado a unas conferencias a las cuales solo asistían ciertas casas editoriales seleccionadas y como él no podía asistir, deseaba que él tomara su lugar. Juan Manuel al principio no estaba muy convencido, pero finalmente acepto. Apartarse unos días de su casa y de Maribel era una buena idea. Necesitaba tiempo para él, tiempo solo para él. Finalmente vio el lado más positivo y alistó todo para el viaje. María del Carmen lo tomo con sospechas, como todo lo que hacia su marido, pero al final se convenció, después de averiguar por su cuenta y confirmar que todo lo que él le decía era cierto. Maribel no fue avisada. Simplemente partió al exterior sin despedirse.

María del Carmen fue a acompañarlo al aeropuerto junto con sus hijos. De regreso a casa, ella también estaba encantada con la idea de tener unos días de reflexión y soledad. Obsesionada con el tema de la infidelidad, decidió sentarse a la tarde siguiente frente al computador y tratar de capturar la mayor información posible sobre el tema. Encontró el blog de una reconocida escritora colombiana que publicaba en una de sus entradas algo al respecto. Decía así:


“La infidelidad comienza con una pequeña fuga de un engrane para convertirse en una pieza que debe ser cambiada.

Llamo engranes a:

- Sexo
- Comunicación
- Admiración
- Amor
- Atracción
- Detalles tangibles e intangibles
- Tiempo

Se encuentra un amante o se deja el anillo en casa para salir a navegar por las aguas de una discoteca porque lo que tenemos en casa ha dejado de lubricar uno o varios engranes. Usted dirá: La solución no es montar cachos, es terminar la relación y no engañar. Pero le confieso algo mi querido amig@ que algunas mujeres - O todas - Jamás soltarán una rama mientras no estén 100% seguras que a la que se van a sujetar está firme y no habrá remordimientos... de ninguna índole. La mujer no puede sobrevivir con solo sexo, solo amor o detalles sin tiempo para compartir. Siempre es necesario un equilibrio para que todo ruede sin problemas, sin fugas.

Los amantes... hay los amantes.

Jugar al gato y al ratón es interesante hasta cierto punto, pero a diferencia de los hombres, las mujeres en el momento que le abrimos la puerta a una aventura netamente pasional, le aseguro amig@ que terminaremos con el corazón enamorado y con el alma a punto de desvanecer. Solo me resta decirle que le haga el amor a su pareja como jamás lo ha hecho, le susurre que la ama y retome los días de Idilio, que según expertos en el tema del amor, solo dura 3 meses...

Auch... ¿Será?

El idilio o enamoramiento se alimenta, pero no espere que le diga cómo, porque yo creo que no hay que dar el pescado, sino enseñar a pescar...”


María del Carmen quedo impactada con el artículo. La razón: Muy sencilla. Desde la charla que había sostenido con sus amigas en el club la tarde anterior, la idea de tener algo paralelo a su matrimonio con el profesor de golf le rondaba la cabeza, a pesar de que ella trataba de ahuyentar esos malos pensamientos. Pero era inútil. Tenia que verlo una vez por semana para sus clases y desde que su amiga le dijo que él la miraba de forma “Especial” Ella sentía un cúmulo de sensaciones extrañas cuando estaba con él. Apago su computador y se dirigió a su cuarto. Se sentó en la amplia cama matrimonial y tomó una foto en la que aparecía junto a su esposo en unas vacaciones anteriores. Decidió que en vez de estar pensando en necedades adolescentes, iba a recuperar el amor de su esposo. La idea la emocionó completamente. Esperaría impaciente la vuelta de Juan Manuel para darle marcha a su plan.
El avión despegó pasadas las cuatro de la tarde. Juan Manuel se reclinó en su amplia silla de primera clase y le pidió una almohada a la azafata. Maribel estaba siempre en su mente, taladrando sus pensamientos, sus deseos, su corazón. Se sentía agotado mentalmente de tanto pensar en todo y decidió mandar todos sus pensamientos a la mierda. Estaría ausente una semana la cual aprovecharía para poner su cabeza en orden. Él sabía bien lo que tenía que hacer: Tenia que dejar a Maribel, antes que el jugar con fuego, lo quemara vivo entero. Se distrajo observando las nubes que formaban figuras abstractas por la ventanilla y recordó su infancia. El buen ejemplo que siempre le dio su padre. Los sabios consejos de su madre. Sintió vergüenza por ellos. ¿Qué dirían de él al verlo en las que andaba últimamente? Recordó también a sus hijos. Había mucho en juego y del otro lado… ¿Qué tenia? Maribel era una mujer hermosa, atractiva y no podía negar que la pasaba bien a su lado y sentía cosas. Pero en el fondo sabía que no era verdadero amor. Era un capricho. Una obsesión. Una cosa es estar enamorado y otra muy distinta, el estar “Encoñado” Y eso era lo que le pasaba con Maribel. No podía creerlo. Hacia solo unos minutos que el avión había despegado y ya estaba empezando a pensar con total lucidez. No cabía duda: Ese viaje era su mejor decisión, pensó, mientras caía en un profundo sueño.


- ¡Este hijueputa se fue sin despedirse! - Grito en el baño de su trabajo Maribel cuando descubrió que Juan Manuel estaría ausente una semana fuera del país. No podía creer que ni siquiera se había tomado la molestia de regalarle una llamada, una puta llamada avisándole que estaría afuera del país. Se sentía como una tonta. ¿Qué derecho tenia ella de molestarse por eso si al fin de cuentas el no tenia ninguna obligación para con ella? Lloró. Lloró con la amargura de una mujer enamorada que se siente utilizada y menospreciada. En medio de los sollozos y la vista nublada por las lágrimas, empezó a vislumbrar su realidad. Su nueva realidad. Su tremenda verdad: Era solo una amante y ese amor que sentía por ese hombre prohibido, no tenía futuro. Sentada desde esa nueva premisa saco de su bolso su agenda y una pluma y escribió, para quién, no lo supo. Solo era terapia. Simplemente terapia.

“Todo sigue igual. Mis ojos abiertos. Bus. Trabajo. Las llamadas de él. Trabajo. Bus. Casa. Televisión. Libro. Otra llamada de él. Motel. Cama. Sexo. Ojos cerrados…

No puedo ser tan injusta con mi vida, porque sino fuera por mi trabajo que ocupa mi tiempo, estaría loca, desesperada. No me imagino estando todo el día aguantando los sermones de mi madre, ni encerrada en un apartamento pequeño, esperando que Juan Manuel me de algunas limosnas de compañía, de paso a su casa, a estar con su esposa e hijos. No quiero eso para mí. No quiero. Todo es tan incierto en esa parte de mi vida…Ya quiero dejar cerradas las puertas de mi corazón y de mi alma para él. Ya quiero dejar de pensar y pensar en un futuro incierto a su lado. Ahora, él se está convirtiendo en una resignación para mí. Ya no más a esa loca manía de entregarme a él después de una llamada de cinco minutos o menos. Poco a poco las fuerzas por tratar de llevar esta relación se agotan. Ironías de esta vida: ¡Cuanto quise estar con él! Y ahora que lo tengo, de la forma que sea, me hace daño… Ironías… Este día fue un día de grandes y pesadas verdades. Este día mis equivocaciones cometidas en mi pasado y mi presente tomaron venganza y entendí sus consecuencias... Acá estoy, recogiendo mi mala cosecha...Lo único que ahora me pregunto es si quisiera devolverme y no cometerlos de nuevo. Los fantasmas se sientan en mis pensamientos, la soledad ahora rodea mi vida, la incertidumbre es la que está en mi rostro...La nada... la monotonía...La falta de amor verdadero. En fin el dolor…”

Maribel, sentada en el inodoro aun y con el maquillaje corrido de tanto llorar. Leyó y releyó esas palabras varias veces. Decidió que las pasaría en limpio y se las entregaría a Juan Manuel, a manera de despedida. Despedida definitiva. En ese instante sonó su teléfono celular. Con manos nerviosas lo buscó entre el desorden de su bolso. Esperaba que fuera Juan Manuel, lo deseaba con todo su corazón. La estaba llamando a explicarle por qué se había marchado sin despedirse siquiera. Todo estaría bien. Su carta ya no tendría mas sentido y la podría arrojar al caño sin pena alguna. Contestó acelerada. Pero no era quien ella creía. Era Rodrigo, el tipo con el que había estado la última vez que salieron con su amiga Liliana. La llamaba para invitarla a bailar un rato. Claro, esa llamada en realidad era para ir a “Acostarse” con ella un rato. Tenía su teléfono celular en una mano y la carta en la otra. Decidió no aceptar la invitación e irse a su casa. Por primera vez en mucho tiempo, estaba pensando verdaderamente en ella misma. Se valoro un poco más. Se permitió amarse a si misma. Y eso por alguna extraña razón, la hizo sentirse un poquito mejor.”




- Gracias por los mensajes recibidos el día de hoy al e-mail del programa. Un saludo especial a Teresita, en el Líbano Tolima quien nos dice que no se pierde nunca nuestro programa. A Francisco en Valledupar, a Miguel Albeiro, en Bogotá, a Silvina quien nos escribió y nos dice que vive en Miraflores. Pregunta ¿Cuándo van a venir por acá? Muy pronto, querida Silvina. Y un saludo a todos los que nos escribieron. No alcanzamos a leer todos los mensajes pero los llevamos en nuestro corazón. Nos despedimos por esta noche. Soy Mariana y los dejo con la canción “Usted” De Ricardo Arjona. Buenas Noches….






NO CAMBIE DE EMISORA. SIGA SINTONIZADO


CONTINUARA...



Escrito por: Vane prada y Starosta



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http://vaprari.blogspot.com/




10 comentarios:

  1. wiiiiiiiiiii te quiero!!! te deseo un feliz fin de semana...!! ya te dije que te queria?? besitos mi Rafa mosho!!

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  2. Me gustó, pero no coincido con lo que dice la escritora colombiana. Las mujeres también podemos tener sexo casual sin enamorarnos perdidamente!!!

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  3. hola mi escritor favorito!!!

    bueno, bueno:encuentro muy reflexiva esta semana a maribel, está pensando demasiado no?, lo digo porqué si se da por vencida lo de ella y juan manuel no va ir hacia adelante y eso no me gusta. No se puede negar la evidencia y no hay mucha diferencia entre encoñamiento y enamoramiento, otra cosa es el cariño, la rutina, las convenciones, na, al final se darán cuenta que lo suyo hay que vivirlo a tope, tres meses o lo que sea, pero que más da!
    Pues yo estoy de acuerdo con la escritora en que no se puede vivir sólo con sexo o sólo con amor o sólo con detalles, hay que tenerlo todo siempre. Cuestión de salud mental!
    Esxcelente amigo, lo único que siempre me quedo con ganas de más. Me gustó como profundizaste al final en los sentimientos de maribel,esto te lo digo ya saliéndome de los personajes. Una vez más aprovecho para deciros a ti y a vane que estáis haciendo un trabajo genial y me lo paso muy bien leyendo esto, gracias a los dos.
    ub beso grande!

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  4. Todos somos los mismos en algún punto, el texto me lleva a las calles de Buenos Aires, a esos juegos que son abismo.

    Los personajes sin excepción me dejaron un regusto ocre, a soledad.


    Te abrazo en sábado.



    M.

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  5. Ah, María del Carmen va despertando y Maribel también... veamos por donde discurren los pensares y haceres de ambas :)

    Yo que no soy de novelas, me estás enganchando ¿eh?

    abrazos de sábado

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  6. Caray me pierdo unos días, pero regreso a leer buenos textos!

    Abrazo y beso!

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  7. Veo que entran a la escena Sebastián y Liliana (y el pobre Augusto) para adobar este delicioso sancocho de amores difíciles. Pero es que cuando hay pasión "a pesar del clima sus almas siempre estaban en verano".

    Un paréntesis:

    (Acertado ese cambio del narrador omnisciente en tercera persona, al narrador protagonista en primera persona de la carta de Maribel: es como un primer plano de su corazón, para volver despues de nuevo al plano general. Me gustó)

    Sigo expectante con el desarrollo de estas vidas paralelas. Si me surgen dudas, ¿puedo llamar a la emisora?

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  8. BUENO EN NOMBRE DE STAROSTA Y MIO MUCHAS GRACIAS POR CONECTARSE CON EL ESCRITO!! LO HICIMOS CON MUCHO CARIÑO SIN MAS QUE UN DESEO POR ESCRIBIR Y UNIR NUESTRA NARRATIVA!

    SALUDOS VANEPRADA

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  9. Hello! otra vez yo por aquí...
    Esta novela me recuerda mucho a una experiencia que tuve no hace mucho...
    Estuve saliendo con un muchacho, pasábamos bastante tiempo juntos y así fui desarrollando sentimientos hacia el, el era tierno, detallista y pasaron cosas, ya se imaginaran... Solo había un problema, el tenia novia... Como el me decía que las cosas no iban bien con ella me dispuse a pelear por el. GRAVE ERROR.
    Al final el siguió con su novia y solo venia a mi cuando se sentía aburrido por así decirlo..
    Hasta que un dia cansada de la situación decidí poner un punto final a ese circulo vicioso en que ambos estábamos.
    NUNCA MAS! me dije, volver a experimentar una relación así lo único que me dejo fue un vacío y sinsabor que por suerte o mejor dicho gracias a mi y a la decisión de pisar tierra quedo en el pasado.

    Besos chicos! EXCELENTE TRABAJO!

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  10. El final me provocó una sonrisa. ¡Bien por Maribel!

    ¡Un fuerte abrazo amigo!

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