El cuarto estaba cerrado con llave y las ventanas tenían puestas las trancas. La luz se había ido y la medianoche estaba más oscura que nunca. Ella sabía que estaba sola en su habitación. No tenía nada que temer. Respiro profundo y exclamo en medio de las tinieblas: “Tranquila” Entonces escucho una voz que le dijo: “Bueno”
REBOBINE SU CABEZA AHORA...
A mí me ocurre eso y estoy gritando toda la noche
ResponderEliminar¡¡qué impactante, querido amigo!!
rebobinada y a la espera de tus abrazos :)
Un texto de suspense cuando lo he ido leyendo, me gusta tu manera de transmitir.
ResponderEliminarBesos.
Si, la verdad da un poco de miedo; también en un momento, después de rebobinar, pensé en la historia al revés. Es decir, como habrá vivido la misma secuencia el ente que responde "bueno"... ella (la otra ella) también sentía el miedo dominando sus entrañas, eso creo.
ResponderEliminarEs increíble todo lo que expresas en tan pocas líneas, un abrazo Starosta, excelente micro.
esas cosas ocurren con lo cotidiano... pero parece uno nunca acostumbrarse... salud amigo Starosta!
ResponderEliminarTan usualmente normal ese estado de sensación...no lo sentí para nadie sino para muchos.
ResponderEliminarSaludos enormes desde Barcelona.
Frida
uuuff,....no se puede estar tranquila ni en la cama
ResponderEliminarmuxussssssssss
qué miedo!
ResponderEliminarSu yo interior le habló,
ResponderEliminar¡¡¡no estaba sola!!!
Rafael Feliz semana, cuidate mucho
Un abrazo
Hola!!!
ResponderEliminarNo hay nada como estar sólo en compañía de uno mismo, y estando todo bien trancado no hay nada que temer verdad?, las voces si vienen de la imaginación sienpre se pueden controlar, creo yo.
lo malo es cuando estás en compañía, son los demás, de los que uno tiene que cuidarse casi siempre.
Excelente microrelato intimista, Rafa. Me encantó como siempre. Hagas lo que hagas siempre consigues el mismo efecto: impresionar...
Miles de besos y abrazos amigo!